El Economista y sus Coetaneos

Germán Bernácer

(1883-1965)
Germán Bernácer y sus relación con los Economistas de la época.

A su regreso de su viaje de estudios por Europa, Germán Bernácer completó el manuscrito de su primera obra de economía que publicó, no sin dificultades, en 1916 cuando contaba sólo 23 años "Sociedad y Felicidad, Ensayo de Mecánica Social", que despertó gran interés entre los economistas alemanes y que contiene el germen de su teoría económica difundida en artículos y libros a lo largo de su vida, como en su segundo libro publicado " Interés del Capital, el problema de sus orígenes. " ( 1925) .
Pese a sus altas funciones en el Banco de España y su prestigio internacional (excepto en el paréntesis de tres años de la Guerra Civil Española) fue colaborador frecuente de revistas de economía en España, Alemania, Suiza, Inglaterra, Francia y Méjico, Germán Bernácer no fue bien aceptado por los economistas españoles, poco inclinados en aquella época a apreciar la calidad de un compatriota en una ciencia desconocida en España y dominada por la literatura extranjera. La modestia de su carácter también fue ciertamente un obstáculo para la difusión de sus ideas. Su independencia política le perjudicó igualmente, sobre todo después de la guerra civil de 1939.
A pesar de la indiferencia de los economistas españoles, Bernácer mantuvo relaciones fluidas con numerosos economistas de talla internacional, sobre todo a partir de la publicación en 1922 de un artículo trascendental, titulado "La teoría de las disponibilidades como interpretación de las crisis económicas y de problema social", del que Bernácer había enviado un resumen en francés a los economistas más eminentes de la época (Keynes, Robertson, Hawtrey, Gide, Supino, Seligman, etc. . . .).
A raíz de dicho artículo "( La Teoría de las Disponibilidades " (1921)) que tanto llamó la atención en el extranjero por tratarse de un nuevo enfoque para explicar los fenómenos económicos, recibió numerosos testimonios elogiosos y consultas, lo que le abrió las puertas para publicar fuera de España. De esa época datan los artículos en revistas de economía de Italia que prosiguió publicando a lo largo de su vida, así como su relación con los economistas alemanes, publicando numerosos trabajos en la revista " Archivos de Economía" de Kiel. En Inglaterra se publica su trabajo "La teoría de las disponibilidades", traducido al inglés, a partir del cual se inicia su relación con el profesor Robertson, de Cambridge, y posteriormente con los economistas norteamericanos. En Francia, más tarde, se publica la obra "G. Bernácer, l,Heterodoxie en Science Economique" por el Profesor Henry Savall bajo el auspicio de la Recherche Scientifique, de Francia (de la que existe una versión en español (1983) publicada por el Instituto de Estudios Alicantinos). En la Enciclopedia Larousse de Economía aparece una larga síntesis de los trabajos de Bernácer, y artículos en francés a raíz de su relación con el Instituto de Economía Aplicada.

Bernácer en su despacho de la Playa de San Juan (Alicante).
En 1940 el célebre economista inglés Dennis Robertson, colega de Keynes en la Universidad de Cambridge, impresionado por el citado artículo, publica en al revista "Económica" un artículo titulado "Una contribución española a la teoría de las fluctuaciones" en el que reconoce haber sido influenciado por el análisis dinámico de Bernácer, que inspiró su propia teoría expuesta en su obra "Política Bancaria y Nivel de Precios" (1926). A raíz de la publicación de este artículo en 1940, Robertson mantuvo con el economista español abundante correspondencia. Estas relaciones epistolares culminaron en Granada en 1954, donde ambos economistas se entrevistaron con ocasión de un congreso internacional. Testigos de aquel encuentro han señalado el caluroso recibimiento de Sir Dennis Robertson a Bernácer, olvidando la flema inglesa frente a la tradicional modestia y sencillez de éste último. Muchos de los conceptos tratados en la correspondencia entre ambos economistas dieron origen a varios artículos. Bernácer replicó a las diversas objeciones de Robertson en su artículo de 1941 "La teoría monetaria y la ecuación del mercado".
La visita a Madrid del mago de las finanzas alemanas, el Ministro de Hacienda Dr. Schacht, probó que por encima de las corrientes políticas dominantes, la sabiduría de Bernácer era una necesidad para España. Para la reunión con Schacht en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas se habían escogido a diez o doce personalidades españolas. No figuraba inicialmente en la relación el español Germán Bernácer, pero el economista alemán, conocedor de sus trabajos reclamó su presencia. La participación del español en el coloquio originó un vivo debate en alemán, en el que se manifestó tanto el espíritu exento de vanidad de Bernácer como la enjundia de su pensamiento. Cuando Schacht, por razones de oportunismo político, quiso destacar las excelencias del patrón oro, combatió Bernácer con sólidos argumentos la vuelta a este patrón, haciendo comprender que Alemania había salido de la depresión mundial gracias a una política expansiva cuya realización habría sido imposible con el patrón oro que el economista alemán defendía.
Sesión del Consejo del Banco de España sobre la estabilización de la peseta.
A raíz de la progresiva salida de los economistas de la escuela de Viena hacía los países de habla inglesa y principalmente a Estados Unidos, en la década de los 40 el economista alicantino debió orientarse al inglés como idioma más propicio para la difusión de sus ideas. Además de Robertson, Bernácer mantuvo relación con el economista austriaco Hayek, que trabajaba en Cambridge, y que en ocasiones fue a Madrid a visitar a Bernácer exponiendo posteriormente en Cambridge y más tarde en EEUU algunas de las ideas del economista español. También el economista Wallich, de la Universidad de Yale, y miembro del Fondo de Reserva de EEUU lo visitó varias veces en Madrid y publicó referencias elogiosas de Bernácer en importantes publicaciones norteamericanas. Manifestó textualmente que la obra de Bernácer "era un monumento" en su comentario sobre un nuevo libro de Bernácer "Una Economía Libre sin Crisis y sin Paro" (1955) y que merecía publicarse en EEUU, aunque los elevados costos editoriales requerirían que una entidad financiara esta empresa. Posteriormente vino a Madrid el austriaco Haberler, de la Universidad de Harvard, autor del libro "Prosperidad y Depresión" en cuyo prólogo hace elogios al economista español y lo invitó a escribir un trabajo importante sobre sus teorías para publicarlo en EEUU. Este le envió el artículo titulado "Money and Freedom". En una nueva visita, Haberler objetaba algunos conceptos de Bernácer que estimaba no ser adecuados para el público americano, y lo invitaba a introducir algunos cambios. Esto no fue aceptado por Bernácer que decidió entonces publicar el trabajo en la revista Kyklos de Suiza, en inglés. Desgraciadamente no se pudo concretar una publicación doctrinaria en los EE.UU. Bernácer murió sin haber podido publicar sus obras más notables en los EE.UU. lo que consideraba esencial en vista de las políticas económicas predominantes que encontraba equivocadas para el progreso social.
Bernácer con los matemáticos Julio Rey Pastor y José Gallego Díaz.
Célebres economistas que sintieron profunda admiración por Bernácer destacaron su gran categoría intelectual. Don Emilio de Figueroa, Catedrático de la Universidad Complutense, decía en 1983: "con motivo de un viaje a Roma conocí allí al famoso economista francés Jacques Rueff, quien al saber que yo era español, me dijo: España puede sentirse orgullosa de tener un hombre como Monsieur Bernácer". Y más tarde, visitando la Universidad de Yale, en los Estados Unidos de América, el entonces jefe de los asesores económicos del presidente norteamericano y gobernador de la Reserva Federal de los Estados Unidos, profesor Henry C. Wallich me dijo: "El profesor Bernácer, en la teoría monetaria, se ha adelantado a Lord Keynes y a muchos otros economistas de su época".
A inicios de los años 50, los grandes de la economía y la banca de entonces, Larraz, Arteche, Aledo, Villalonga y Garnica, inquietos por la perspectiva del Mercado Común, encomendaron a Bernácer el ensayo más sustantivo de los Estudios sobre la unidad de Europa seguros de que mediante ese trabajo recibirían el análisis deseado. Su trabajo lo tituló "La doctrina del gran espacio económico" (1951). Fundía en él historia y futuro, afirmando con visión avanzada que el espacio de España era en Europa, dentro de una comunidad europea semejante a la ya establecida en el modelo de la Comunidad del carbón y del acero, lo más amplia posible, con librecambio y con convenios especiales para los productos agrícolas. En 1955 publicó la Editorial Aguilar una de las obras fundamentales de Bernácer, "Una economía libre, sin crisis y sin paro" de un interés tal que determinó la venta de todos los ejemplares.
Bernácer además mantuvo intercambio de correspondencia sobre temas doctrinales con F.A. Hayek (USA) - más tarde premio Nobel de economía -, quien lo visitó en Madrid en varias ocasiones: Howard Hellis, del Federal Reserve Board (USA); A.W. Marget (University of Minesota, USA); Per Jacobson (F.M.I); J.W.Angell (University of Columbia, USA); F. Machlup (Washington, USA), Montgomery D. Anderson y Virgil Salera (University of Florida, USA); Gottfried Haberler (University of Harvard, USA); Henry C. Wallich (University of Yale, USA y Banco Central de Reserva de EU), quien lo visitó en Madrid varias veces; Cainilo Supino (Universidad de Milán); F.di Finizio (Italia); W.Hoffman y A. Predoll (Instituto de Economía Mundial, Kiel, Alemania); Johan Akerman (Suecia), quien se encontró varias veces con Bernácer en Madrid; Eric Schneider (Universidad de Arhus, Dinamarca); Emil Kung (Universidad de Zurich, Suiza); L. Baudín (Instituto de Francia); H. Guitton (Unversidad de París); F. Perroux (College de France), quien invitó a Bernácer a dar una conferencia en París (ISEA) en 1952 y le propuso como miembro correspondiente del Instituto de Economía Aplicada; A. Piattier (Ecole Practique de Hautes Études, Francia); Jaques Rueff (Instituto de Francia), quien inició una frecuente relación personal con Bernácer cuando el economista francés colaboraba en la organización de la naciente "Comunidad Europea del Carbón y del Acero", precursora del Mercado Común Europeo, etc. . . .
Bernácer en la sierra de Aitana donde desarrolló la Teoría de las Disponibilidades.
Debe señalarse que las teorías de Keynes tienen un parentesco muy cercano con el análisis de Bernácer contenido en su artículo de 1922, pero la relación Keynes-Bernácer fue puntual, evidentemente ambos conocían sus obras, tal como documenta Arturo Pina Gonzalez en su artículo "El español y la ciencia económica. Keynes (1883-1946) en Madrid", donde narra como el catedrático de Historia de las Doctrinas Económicas de la Universidad de Madrid José Piera Labra presencia el encuentro entre Bernácer y Keynes, durante la conferencia que este último pronunció en la Residencia de Estudiantes, bajo el título "Posible situación económica de nuestros nietos", en 1930. Donde Keynes le llamó 'maestro' a la vez que les decía a los presentes que la obra de Bernácer le había 'iluminado y abierto nuevos caminos' a su pensamiento. Comentarios con los que Keynes se estaba refiriendo a la "Teoría de las Disponibilidades" de Germán Bernácer.
El artículo de 1922 es fundamental, pero Bernácer ha publicado numerosos artículos y obras importantes, que jalonarán la elaboración de su teoría: "Interés del Capital, el problema de sus orígenes" (1925); "La Doctrina funcional del Dinero" (1945); "La Doctrina del Gran Espacio Económico" (1953); "Una economía libre sin crisis y sin paro" (1955); Estudios sobre la unidad económica de Europa: "España y las Comunidades Económicas Europeas" (1961). Antes de Bernácer, España no había dado un gran teórico de la economía desde los mercantilistas del siglo XVI...
Otra muestra del interés pluridisciplinario de Bernácer fue su colaboración en el desarrollo del importante proyecto científico que fue el 'Instituto de Cálculo' de la 'Sociedad Española de Matemática Aplicada', creación del matemático Rey Pastor en 1955. En una época en que el nivel matemático del país dejaba mucho que desear, donde el análisis numérico y la matemática aplicada apenas existían, nació este proyecto con el fin específico de poner la matemática al servicio de la ciencia y de la técnica. Fruto del espíritu de integración pluridisciplinar del centro, se obtuvieron excelentes colaboraciones de importantes matemáticos de la época como José; Gallego Díaz, José; A. Estrugo y Vicente Roglá; entre otros. De esta colaboración existen varias publicaciones de Bernácer, un artículo de econometría "Economía métrica" y otro de Teoría económica "El profesor Hansen explica a Keynes" en la revista "Arquímedes", órgano del 'Instituto de Cálculo'.
El Premio Nobel de Economía fue instituido en 1969, cuando Germán Bernácer ya había fallecido, el primero fue concedido a Ragnar Frisch y Jan Tinbergen por el desarrollo y aplicación de modelos dinámicos al análisis de los procesos económicos, teorías que con admirable anticipación desarrolló Bernácer. Es muy probable que de haber vivido, el gran pensador alicantino por la extensión, originalidad y universalidad de su obra, y por el reconocimiento de los más eminentes economistas europeos y norteamericanos hubiese sido el primero en merecer el premio de la 'Real Academia sueca de Ciencias'.

Cita

“ La libertad, la eficacia, la justicia y la paz son los cuatros pilares sociales sobre los cuales debe asentarse la dicha de los hombres. Hay otras cosas que les son también necesarias, pero esas pertenecen a la intimidad de sus almas.”

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